lunes, 27 de abril de 2020

calzadas romanas

Los 40.000 kms de calzadas romanas en la Península: el mapa al detalle de las carreteras del Imperio

El mapa de las calzadas romanas en la Península Ibérica realizado por el arqueólogo Pau de Soto. Proyecto Viator-e.
En una de las escenas más irónicas de La vida de Brian, los integrantes del Frente Popular de Judea, tramando una operación para secuestrar a la mujer del prefecto Poncio Pilato, acaban enzarzándose en una discusión sobre los avances legados por sus invasores. La lista, culminada con la sarcástica pregunta de "¿qué han hecho los romanos por nosotros?", podría ocupar casi toda la película: el acueducto, el alcantarillado, los baños públicos, el vino, la educación, la sanidad… o las carreteras.
Roma fue una civilización pionera en muchos campos, fascinante, y que sustentó los pilares de su poder y dominio sobre medio mundo en un vasto entramado de calzadas que recorría más de 300.000 kilómetros, según los cálculos de los expertos. Los romanos construyeron vías principales que unían las grandes ciudades del Imperio y funcionaban como redes de transporte —sus trazados todavía encuentran reflejo en las infraestructuras actuales—, otras secundarias para conectar asentamientos más pequeños e incluso caminos esporádicos levantados por las propias legiones durante una campaña militar que luego eran abandonados.
Pero los habitantes de la antigua Roma y de sus provincias no disponían de un Google Maps que facilitase sus desplazamientos; tampoco de un plano preciso —más allá del Itinerario Antonino y la Tabula de Peutingeriana— en el que estuviesen dibujadas al detalle todas sus carreteras. Eso es lo que está realizando el investigador español Pau de Soto Cañamares, del Instituto Catalán de Arqueología Clásica, con el proyecto Viator-e, financiado por el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades:  un mapa pormenorizado de las calzadas del Imperio romano de Occidente. Un monumental trabajo que nadie había ejecutado hasta ahora.
"Los estudios arqueológicos sobre vías romanas siempre están dedicados a ámbitos locales o regionales: los investigadores estudian muy detalladamente una calzada o una red local, pero cuando buscas información de un territorio amplio no existe o está incompleto, no hay ningún recurso en el que puedas ver el conjunto de las vías del Imperio romano con trazados precisos", señala Pau de Soto (izquierda) a este periódico. "Mi proyecto consiste en crear un mapa científicamente correcto para que la sociedad y los investigadores lo puedan consultar, descargar y, sobre todo, reutilizar en sus propios proyectos".
Los objetivos son documentar y digitalizar la totalidad de las calzadas que tejieron los romanos desde Germania hasta la Península Ibérica, pasando por el norte de África y Britania; así como analizar la estructura de la red de transportes para comprobar su impacto en la evolución política y económica de cada territorio y comprender la movilidad y la distribución de distintos productos, como monedas, cerámicas o ánforas. La iniciativa, lanzada en noviembre del año pasado, se encuentra todavía en fase primigenia, pero Pau de Soto ya ha completado el esqueleto de las calzadas de Hispania gracias a sus trabajos previos.
Los Vasos Apolinares (o de Vicarello). En los mismo están grabados los nombres y las distancias entre las distintas estaciones de la vía que llevaba de Gades a Roma, con unas 1.841 millas romanas.
Ampliando las 34 vías recogidas en el Itinerario Antonino, un documento del siglo III que recopilaba las rutas más transitadas del Imperio, el arqueólogo ha digitalizado "más de 1.000 tramos y unos 40.000 kilómetros de vías, tanto principales como secundarias". En el mapa, que aspira a ser dinámico y completado de forma colaborativa con los estudios aportados por otros investigadores, se detalla la información sobre cada segmento, como su cronología —es decir, cuándo se construyó y hasta cuándo se utilizó— o la vía a la que pertenecía. También se incluyen datos bibliográficos sobre los trabajos que han estudiado ese tramo concreto. Esas investigaciones son la principal fuente a la que se agarra el arqueólogo para su mapa, ahora centrado en el territorio de la Galia.
Calzada romana en el Museo Romano de Mérida. Wikimedia Commons

El mapa de Hispania

En el caso de Hispania, las primeras calzadas levantadas por los romanos, fundamentalmente de uso militar, se remontan a en torno el año 120 a.C en la zona de Cataluña. A medida que fueron conquistando la Península, dieron forma a una imponente red de infraestructuras viarias, como se puede apreciar en el mapa elaborado por Pau de Soto. Algunas de las más importantes fueron la Vía Augusta, de unos 1.500 kilómetros y que iba desde Cádiz hasta los Pirineos bordeando el Mediterráneo —como la A7 de hoy en día—, o la Vía de la Plata, desde Augusta Emerita (Mérida) hasta Asturica Augusta  (Astorga).
Otro elemento epigráfico fundamental para conocer los trazados de las carreteras romanos son los miliarios, unas columnas cilíndricas de piedra de entre 2 y 4 metros de altura que indicaban el número de millas existentes desde su emplazamiento —sobre todo en puentes, en los templos cercanos o en los arcos monumentales de entrada a las ciudades— hasta el punto de origen de la vía donde se encontraban, que generalmente partía de una localidad. También podían indicar la distancia a una bifurcación de caminos o a un accidente geográfico.
Además, algunos de esos miliarios, que eran como una suerte de señales de tráfico antiguas, indicaban el nombre de la autoridad que promovió la construcción o reparación de la vía y, por lo tanto, la época de su realización. A partir de esta información, en Hispania el mayor volumen de construcción de calzadas se registró cuando Trajano y Adriano, nacidos en Itálica, fueron nombrados emperadores. "Hicieron aquí mucho gasto y mucha propaganda, pero mirando el conjunto de la Península, está todo muy repartido", explica el arqueólogo Pau de Soto.
Otros prínceps como Augusto, Claudio, Vespasiano, Domiciano o Nerva también impulsaron la red de comunicaciones hispana, que destacó por su carácter periférico: resultaba más fácil exportar los productos hasta Roma por el mar que cruzando medio continente.
Coste de transportar una mercancía desde Hispalis por vías marítimas y desde Complutum por el interior. Proyecto Viator-e

Elemento de propaganda

Además de servir como mecanismo de transporte de bienes y personas, las calzadas se revelaron como una herramienta más para consolidar el domino de Roma. "Las infraestructuras son un elemento político muy importante: los romanos premiaban o penalizaba a territorios construyendo vías o no en función de su postura en los conflictos bélicos", señala el impulsor del proyecto Viator-e. "Roma construía unas infraestructuras muy imponentes no solo por su funcionalidad, sino para demostrar el nivel de conocimiento y los beneficios de estar bajo su gobierno. Era un elemento de propaganda básico".
Pau de Soto también explica que en la actualidad han arraigado algunos mitos sobre las carreteras de la Antigua Roma por culpa de las ficciones, como los cómics de Astérix y Obélix"Todas las calzadas romanas interurbanas no estaban pavimentadas de piedra, eso es un error tremendamente extendido. Excepto la Vía Apia (derecha) el resto no se enlosaban porque los caballos no llevaban herraduras, como mucho se les ataban unas hiposandalias. El mejor firme para ellos era de tierra apisonada, que las convertían en porosas y de grano fino".
¿Y quiénes fueron los encargados de su construcción? "Aquí hay mucha discusión", desvela De Soto. "Los investigadores tampoco se ponen de acuerdo. Una teoría que está bastante descartada es que mayoritariamente fuesen militares: los legionarios solo construían las vías que les interesaban a ellos, que se realizaban en época de conquista y eran perecederas, solo para hacer una campaña. Después, seguramente sí que se utilizó mano de obra esclava, pero también muchísimos especialistas, que podían ser libertos o esclavos. Debían de ser cuadrillas especializadas porque eran grandes infraestructuras. Únicamente en casos muy puntuales tenemos noticias del papel del ejército en la construcción de algunas infraestructuras".
Además de crear un mapa completo de la red de comunicaciones del Imperio romano de Occidente, con el proyecto de Pau de Soto también se podrá reconstruir aproximadamente la cuantía de transportar una mercancía de un punto a otro. "Pero no se trata de intentar establecer el coste concreto de un solo viaje, sino de crear patrones de movilidad o distribución", remarca. Por ejemplo, desde Hispalis, la Sevilla de la época romana, salía mucho más a cuenta comerciar con otras zonas costeras peninsulares y provincias transportando los productos por mar que con el interior, como así reflejan los hallazgos arqueológicos de ánforas cocidas en la provincia de la Bética. Y con Complutum (Alcalá de Henares), sucedía lo contrario: comerciar con la periferia resultaba mucho más caro al incrementarse la distancia a recorrer por los carros.
Es decir, el proyecto pionero de Pau de Soto no solo pretende reconstruir el monumental puzle de las calzadas del Imperio Romano, sino también convertirse en una especie de Google Maps para calcular y comprender la movilidad y distribución de los productos a lo largo de su vastísimo territorio. Un arqueólogo para ejecutar un mapa con el que hubiera soñado Julio César.
Fuente: elespañol.com | 24 de abril de 2020
Posts de Terrae Antiqvae relacionados:
Vías romanas. Conceptos (18/06/2013)

domingo, 26 de abril de 2020

El Castillo de Jarandilla

El Castillo de Jarandilla castillo-palacio de los condes de Oropesa o castillo de Carlos V, es una fortaleza del siglo XIII. Se encuentra dentro del término municipal español de Jarandilla de la Veraprovincia de CáceresExtremadura.

Historia[editar]

Mapa de Jarandilla, 1840-1870, de Francisco Coello.
Tiene su origen en la «sexmería de la Vera», fundada en la Edad Media como una de las tres agrupaciones rurales vinculadas a la comunidad de villa y tierra de Plasencia. Tras la caída del Antiguo Régimen se organizó en su territorio el partido judicial de Jarandilla que subsistió hasta finales del siglo XX. La actual mancomunidad, fundada en 1986, consta de veintiuna localidades agrupadas en diecinueve municipios. La capital administrativa es Cuacos de Yuste y las principales localidades son Jaraíz de la Vera y Jarandilla de la Vera.3
La villa de Jarandilla de la Vera dependió de la ciudad de Plasencia durante casi toda la Baja Edad Media.4​.La historia del castillo es paralela a la de Plasencia: el origen de ambas es musulmán y durante el reinado de Alfonso VIII,5​ llamado también «el de las Navas de Tolosa» o «el Noble» se volvió a fundar. Hasta el año 1311 fue posesión de la Corona y en 1369 se entregó por Enrique II,67​ a los Álvarez de Toledo, futuros condes de Oropesa y más tarde duques de Alba. Hay evidencias de la realización de obras de mejora en la fortificación a mediados del siglo XV lo cual hizo cundir la alarma por parte de los Zúñiga que reclamaron la ciudad de Plasencia. A pesar de ello, continuaron las obras y se terminó la construcción del castillo tal como puede verse en la actualidad, si bien se ha producido la pérdida de ciertos elementos. La guerra de la Independencia también hizo estragos en él.8​ El rey Carlos I vivió en el castillo antes de que fuese construida su residencia en el Monasterio de Yuste.9
Actualmente la fortaleza esta gestionada por Paradores de Turismo de España.

Construcción[editar]

Castillo visto desde la cota más baja.
Tenía un recinto exterior para regular la parte circundante a modo de «glacis forzado» de tal manera que pudiera divisarse al enemigo o cualquier otra persona que se acercase cuando aún estaba a larga distancia del castillo. Hacia el interior tenía otro recinto amurallado de mayor empaque y contundencia defensiva con cubos y torrecillas redondeadas en medio de los lienzos o en las esquinas de ellos. Todo ello aún se conserva en lo que debió ser la puerta principal, flanqueada por dos cubos cilíndricos los cuales tienen como recursos defensivos propios las tronerasalmenas y adarves que recorren toda la parte superior de este recinto como todavía puede verse en el flanco de la parte trasera y, además, los restos de un foso que permite suponer que contaba con un puente levadizo, que se sustituyó por otro fijo, de obra.10
En el interior de este segundo recinto está el cuerpo principal del castillo, de forma cuadrangular alrededor de un patio central de grandes dimensiones, con torres cilíndricas en dos de sus esquinas y prismáticas en las otras dos, alternadas. Todo recorrido por la parte alta está jalonado por una sucesión de canecillos a modo de cornisa, donde se apoyan almenas en voladizo, muy eficaces a la hora de repeler los ataques del exterior. La zona norte, entre las dos torres prismáticas, la ocupaban las dependencias más importantes, con un corredor porticado de dos pisos, muy futurista para aquellas épocas. Todo es de estilo gótico, con una estructura muy atrevida en el último piso donde, además de un murete de seguridad o pretil de tracería calada, —elemento decorativo formado por combinaciones de figuras geométricas— tiene arcos carpaneles o arcos rebajados muy planos.9
La torre del homenaje está rematada en una cornisa con matacanes a lo largo de toda ella pero carece de almenas, cosa ciertamente curiosa en este tipo de construcciones defensivas.11

lunes, 20 de abril de 2020

será de veras...........

Será de veras todo lo que uno puede,

mañana,otra nueva vida será verdad

No se porque me meto en inicuas concesiones,

para que después vengan otros y se dejen arrastrar



dentro de sí no concibe nada de que puede,

mas ,si uno tuviera señal divina para su conciencia,

no será de nuevo otro dia que quiera la verdad,



de qué sirve todo si no se quiere de verdad, la verdad.

Será mañana lo que uno puede,

para que sea verdad lo que uno siente,

no , no lo que yo quiera , tu eres el quien decide.



Sé tú ese valor verdadero del que uno depende,

se lo que mañana la verdad puede hacer,

se que lo que dices hoy, se hará verdad mañana.