domingo, 10 de julio de 2011

HOY EMPIEZAN A TENER LA CRISIS OTROS...

En una entrevista de hace unos días con Carles Francino en la ´Ser´, Felipe González afirmaba: "Esta crisis no nace de la responsabilidad de los políticos, nace de la implosión de un sistema financiero global sin control que vendía productos contaminados y que ha arrastrado a las economías reales. No son los políticos los que quiebran Lehman Brothers, aunque tienen responsabilidad". Creo que sí, que los políticos son responsables del orden económico que se derivó de la desregulación de los mercados y de su privatización en una jungla sin leyes. El resultado fue el nacimiento de la economía dominada por los cisnes negros de la especulación. También creo, y esto lo consulté con varios lingüistas, que el término más adecuado no es el de implosión de un sistema financiero global, más bien fue la explosión de algunos de los más lujosos bungalós de ese sistema. La implosión es la acción de romper hacia adentro con estruendo las paredes de una cavidad, en este caso la del sistema financiero, destruyéndolo todo. No fue así la quiebra de Lehman Brothers y otros bancos de gran renombre. A algunos se los resucitó con respiración asistida, inyectándoles dinero en vena; no voló por los aires el sistema financiero, sino todo lo contrario: contra toda lógica, le dio más fuerza y hoy son los reyes del mambo en el paisaje de la economía.

He dicho que fue una explosión de ciertos bungalós bancarios que produjeron una dramática devastación en la economía real. Hubo declaraciones altisonantes como las de Sarkozy , afirmando que había que refundar el capitalismo sobre otras bases. No fue así, sino todo lo contrario. Las alegrías bancarias las están pagando las tristezas de los más débiles. He leído en varios medios que los directivos de las instituciones financieras habían aumentado sus retribuciones entre salarios y bonos en más de un 30% durante el último año. Pues bien, estos señores no sienten el menor rubor al pedir mayores ajustes salariales.

Nuestro país ha sido y está siendo una de las víctimas propiciatorias de los mercados, aunque hay que decir que también los responsables políticos y los gestores económicos han tenido una buena parte de culpa al propiciar, desde hace años, los monocultivos del cemento...